|ESP| El plan era ir un ratito al mercado con Valeria a comprar los famosos corazones de San Miguel de Allende.
Sin GPS ni café, más que preguntarnos – derecha o izquierda? – tomamos rumbo entre las callecitas y puertas coloridas.
De repente, una de esas puertas, -una verde esmeralda- me llamó la atención. Estaba entre-abierta y como una más del pueblo, me acerqué a chismear que había dentro. Parecía de re- ojo un una tienda de antigüedades, así que decidí empujar un poquito más la puerta y fue ahí que logré divisar unos rayitos de sol que iluminaban un patio interior. Le hice señas mudas a Vale y entramos casi que en puntitas; conforme la sombra terminaba y la luz se crecía abrimos los ojos en completa sorpresa. Una inmensa colección de soles forraba las paredes, balcones y cada esquina de la casa. Y para mayor suerte, una cantidad de flores de cempasúchil y terciopelo moradas esperaban en el suelo, el día de muertos que pronto se celebraría. Que cuadro más perfecto y colorido, pensé.
Y es yo tambien estaba preparándome para el día de los muertos, y curiosamente había leído, que esta flor amarilla y su intenso color evoca al sol y según los aztecas es una forma de guiar el alma. ¡Y yo, como quien conecta casualidades lo dí por recibido… El llamado! Mi alma estaba feliz de verles.
Y así empezó mi recorrido por los pueblos mágicos de México, podrá haber sido mejor? ✨☀️
A propósito, este lugar se llama la Casa de los Soles, tiene aprox. 25 años coleccionando soles artesanales, unos 2050 hasta el momento y se siguen sumando las estrellas.
Quizás ya es conocido, pero para mí descubrirlo en medio de mis desubicadas rutinarias y curiosidad, lo hizo muy especial. ¿Sigue siendo mi plan favorito al viajar, perderme y encontrarme…Y un tú? ¿Planeas tus viajes o te dejas llevar?
|ENG|
The plan was to go to the market for a while with Valeria and buy the famous hearts of San Miguel de Allende. With no GPS or coffee, or more to ask ourselves about – right or left? – We strolled between its narrow streets and colorful doors.
Suddenly, one of those doors, an emerald green one, caught my eye. It was half-open and as it was in my own town, I peeked inside. Out of the corner of my eye it looked like an antiques store, so I decided to push the door a little more and it was there that I managed to see some rays of sun that illuminated an interior patio. I silent signaled at Vale and we pretty much tip toed quietly towards the light; our eyes widen in surprise once we made it to the patio. An immense collection of suns lined the walls, balconies and every corner of the house. And to make things even better, a good number of purple cempasuchil and purple velvet flowers were waiting on the ground for the “ Dia de muertos” that would soon be celebrated. What a perfect and colorful picture, I thought.
In fact, as I was also preparing for the Día de los muertos celebration, I curiously had read that this yellow flower and its intense color evokes the sun; according to the Aztec tradition, it’s a way of guiding the soul. And I, as someone who connects coincidences, I accepted it…the call. My soul was happy to see them.
And just like that, my tour to the magical towns of Mexico began. Could it have been better? ✨☀️
By the way , this place is called “Casa de los Soles”. It has been approx. 25 years collecting handmade suns, about 2050 of them so far, and the stars continue to add up. Perhaps it is already known, but for me, discovering it in the midst of my misplaced routines and curiosity, made it very special.
It is still my favorite plan when traveling, to get lost and find myself again. And you? Do you plan your trips or do you let yourself go?