I visited the Ace’s bar, actually twice during my trip. The 1st time, I sat by the bar, asked for a Yebisu beer and for the story behind a Colorado’s plate that was casually hanging by the liquor bottles. The owner/bartender, Tsuyoshi smiled. He then told me that he opened this place after returning from a four-year stint in Colorado. He thought if he’d moved back to Japan, he’d have to take a piece of CO with him. So, he opened his bar in the Golden Gai area and hanged at its front door a hand-written sign that reads: “If you have a problem, ask me! I love English and you! “ followed by a “ No cover charge” – no cover?- I thought – he knows love. #actionsbeforewords
The bar has a great mix of locals, foreigners and the most FINEST vinyl collection! The music is what holds this place; he chooses what to play as the conversation goes on and it couldn’t flow any better. It’s a rock/blues/jazz kind of mood that makes you lose the sense of your time; literally. We missed the train that night and ended up with a Sweden couple in a private karaoke room. BUT, that’s another story.
Before I left, Tsuyoshi handed me a sharpie and pointed out the bathroom. I opened the door and it was full of messages on the walls. So of course, I left my mark. What he doesn’t know is that he also left his. The second time I went to his bar, he welcomed me with my full name – Hello, Maria Andrea! – He is the 1st foreigner to achieve this. Usually they all quit by Maria, like no one has time for some extra syllables or they suffer of an EXTREME short memory. So, thank you Tsuyoshi Yamashita for taking your time, every story and beautiful memory deserve a full name. .
Golden Gai is a small area of Shinjuku that consists of six small streets with even smaller alleys between them. On these six streets over 200 bars are packed inside buildings with a seating for no more than eight people. This is an area in Tokyo that has been allowed to keep its dirty, crowded, unkept – anything goes – kind of vibe.
Wait! Did you actually read down this far? Cheers!
Visité este bar ” Ace”, de hecho dos veces durante mi viaje. La primera vez, me senté en la barra, pedí una cerveza Yebisu y la historia detrás de una placa de Colorado que colgaba casualmente en las botellas de licor. El dueño / barman, Tsuyoshi sonrió. Luego me dijo que abrió este lugar después de regresar de un período de cuatro años en Colorado. Pensó que si se había mudado a Japón, tendría que llevarse un pedazo de CO con el. Así es que abrió su bar en el área de Golden Gai y colgó en la puerta principal un cartel escrito a mano que decía: “¡Si tienes un problema, pregúntame! ¡Amo el inglés y a ti ! “Seguido de un“ no cover ”- ¿sin cover, entrada gratis? – pensé – él realmente conoce el amor. #cuandohablasconacciones
¡El bar tiene una gran mezcla de locales, extranjeros y la colección de vinilos más FINA! La música es lo que mantiene este lugar; él elige qué canción poner a medida que avanza la conversación y no podría fluir mejor. Es una especie de estado de ánimo de rock / blues / jazz que te hace perder el sentido del tiempo; literalmente. Esa noche perdimos el tren y terminamos con una pareja sueca en una sala privada de karaoke. PERO, esa es otra historia.
Antes de irme, Tsuyoshi me entregó un marcador y señaló el baño. Abrí la puerta y estaba llena de mensajes en las paredes. Entonces, por supuesto, dejé mi huella. Lo que no sabe es que también dejó la suya. La segunda vez que fui a su bar, me recibió con mi nombre completo – ¡Hola, Maria Andrea! – Es el primer extranjero en lograrlo. Por lo general, todos abandonan en María, como si nadie tuviera tiempo para algunas sílabas extra o sufrieran de una memoria corta EXTREMA .Asi que , gracias Tsuyoshi Yamashita por tomarte tu tiempo, cada historia y hermoso recuerdo merecen un nombre completo.
Golden Gai es un área pequeña de Shinjuku que consta de seis calles pequeñas con callejones aún más pequeños entre ellas. En estas seis calles, más de 200 bares se llenan dentro de edificios con capacidad para no más de ocho personas. Esta es un área de Tokio a la que se le ha permitido mantener su ambiente sucio, abarrotado, descuidado, todo vale.
¡Espera! ¿De verdad leíste hasta aquí? ¡Salud!